jueves, 2 de octubre de 2014

intento1

Cómo huir de la mochila, que ellos mismos ponen en nuestras espaldas.
Cómo huir de los parecidos que se imprimen en la cara.
El peso de la tradición nos sigue, se esconde bajo la cama.
‘Conoce tus orígenes’ gritan en la escuela.
‘¿Cómo no lo sabes?’ susurran tus amigos.
Mientras yo corro del monstruo,
el mundo adopta una nueva mascota.
Colgamos sus cuadros sobre el techo de la cama,
lo correcto es verdadero.
Creímos que la crítica nos iba a llegar
y lo único que sabemos hacer es citar. 

Hombres de cultura nos hacemos llamar,
sólo enumeramos los nombres, no tenemos temas de que hablar.
La inteligencia se refugia en nuestra memoria,
dijimos que éramos Dios creador.
¡Oh Dios, que buen imitador!

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