miércoles, 4 de junio de 2014
El hombre debe identificarse con aquello que postula como dogma principal. Debe recordarlo día a día. Ya que como el ejemplo del pintor citado por San Anselmo; el pintor piensa de antemano lo que pintará, la pintura reside en su mente. Ahora, en el momento en que la pinta, su pintura está en dos lugares, en su mente y en lo que llamamos realidad. Nadie puede negar este hecho y evitaremos cualquier problema en el ejemplo citado. El hombre debe recordar todos los días aquel pensamiento dentro de su ser para que el mismo no muera, ya que ¿quién confiaría en el pensamiento del hombre? Debe accionar todos los días para que ese pensamiento pueda llamarse existente. El día que no lo haga, será condenado a la hoguera social y ,finalmente, será llamado al silencio.
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