miércoles, 30 de julio de 2014

Suena el timbre. Preguntás de forma apagada: '¿quién es?'. Contestan del otro lado: 'Hola, soy el amor burgués'.

Tan triste que es feliz. Tan conocido que nunca nadie lo conoció. Que buena retórica tiene este hombre, que me enseña cómo vivir, cómo amar. ¿Cuantas horas de trabajo cuesta este abrazo? Trecientos mensajes, 100 horas de seguimiento por redes sociales. Muchas gracias por su compra, acá tiene el vuelto. No, está bien, guardate el cambio pibe.

Y ahi vamos, caminando de la mano, siendo observados. Actue, actue. Listo, ya está. Se terminó, me voy con otro amor. Que feo, ¿cómo es posible?


No hay comentarios:

Publicar un comentario